Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2021

Regreso al hogar

Imagen
El portón de entrada había desaparecido y lo que antes había sido un jardín repleto de azaleas y geranios era ahora un terreno yermo y ennegrecido por el fuego. El camino que llevaba hasta la casa estaba repleto de cascotes y montones de desechos. Al fondo, la fachada, otrora blanca, había adquirido un tono grisáceo y estaba cubierta de culebras dibujadas por la metralla que se había abierto paso sembrando grietas y orificios. Las ventanas, con los vidrios resquebrajados, mostraban los jirones de las que un día fueron cortinas de terciopelo. Hacía un año que Roshni se había visto obligada a abandonar su casa y ahora que por fin había podido regresar le esperaba un panorama que ni en sus peores pesadillas había podido imaginar. Había tenido que afrontar las muertes de su esposo, su padre y hasta de su hijo mayor y lo había hecho con entereza a pesar del profundo dolor. Y ella, que creía que sus lágrimas se habían agotado, sintió un escalofrío y sin pretenderlo, sus ojos se humedecier

Los lunes no molan

Imagen
       Todos los habitantes de Loslunesnomolan estaban de acuerdo: el lunes eran un día odioso. Los domingos por la tarde el país se cubría de un manto de tristeza que se colaba hasta en las rendijas más pequeñas. Los ciudadanos caminaban mirando al suelo y arrastrando los pies. Se encerraban temprano en sus casas. Parecía que quisieran atrapar así sus últimas horas de libertad antes de que llegara el temido día. Los lunes por la mañana las ciudades despertaban lentamente y nadie parecía tener la energía suficiente para comenzar la semana laboral. Era necesario remediar esta situación como fuera. Por eso, después de una consulta popular cuyo resultado no sorprendió a nadie, el Consejo de Estado tomó una decisión: a partir del mes de abril siguiente, los lunes quedarían suprimidos.      Cuando Feliciano Pereza se enteró de la buena nueva daba saltos de alegría. No se lo podía creer. La vida empezó a parecerle más bella. Inocentemente creyó que ahora tendría más tiempo para hacer lo qu

La herencia

Imagen
  Cuando me llamó Ramiro para pedirme que le ayudara con los trámites de un testamento no tenía ni idea de lo peculiar que iba a ser la operación. Él, cuya especialidad era el derecho penal, se había visto involucrado en una herencia y quería asegurarse de que no quedara ningún cabo suelto. Para mí era evidente que Ramiro era perfectamente capaz de afrontar el asunto pero, en nombre de nuestra amistad, acepté su propuesta sin pensarlo. Todo había empezado en el momento en que su amigo, Roberto Núñez-Marañón, había caído enfermo y había visto acercarse el final. Había llamado a Ramiro para pedirle dos cosas. La primera, que fuese su albacea testamentario, no le sorprendió. La segunda le pareció menos común: su testamento debía permanecer en secreto hasta después de su muerte. Un mes después del fallecimiento de Roberto, Ramiro convocó a la viuda y a sus siete hijos. Como era de esperar, me pidió que estuviera presente. El día señalado llegué al bufete de mi amigo con algo de antel