Dedicado a mi muy querida amiga Ascen, que nos dejó demasiado pronto, donde quiera que esté. Hoy hubiera cumplido 65 años. Muy pocos para haber dejado este mundo. Me voy a la cama pensando en ella, con la certeza de que conciliar el sueño no será fácil. Trato de relajarme, intentando dejar la mente en blanco sin demasiado éxito. Doy vueltas y más vueltas hasta que alguien me dice: —Te está costando dormir, ¿eh? A mí antes también me pasaba y por eso tomaba tanto diazepam. —¿Tú? ¿Qué haces aquí? ¿No se supone que estás…? —Muerta, sí. Dilo sin miedo que no pasa nada. No me asusto, al contrario, oír su voz me da una gran paz. —Estaba pensando en ti, ¿sabes? Por cierto, muchas felicidades. —¡Vaya! Esta vez has acertado. ¿Recuerdas que siempre te adelantabas un día? He tenido que cambiar de plano para que no se te olvide. Sonrío porque sé que tiene razón y le digo: —Veo que sigues siendo la misma. —¿Qué te crees, que al morir me iba a hacer menos “sincera” ? Ja ja ja. ¡...
Comentarios
Publicar un comentario