Entradas

Mostrando entradas de abril, 2021

Tecnología punta

Imagen
  Rara vez suena el teléfono fijo de mi casa y cuando lo hace no suelo responder afirmativamente a ese tipo de preguntas. Ese día debieron de pillarme con la guardia baja. —¿Hablo con el titular de la línea? —Sí —contesté escuetamente. —Le llamo de Limpiatodo. Tenemos una oferta de escobas voladoras que no puede dejar escapar. —¿...? —¿Sigue ahí? —Mire, estaba haciendo la siesta. No es un buen momento para bromas pesadas. —No se trata de ninguna broma, señor. Se trata de una oferta muy interesante. Algo nuevo y desconocido. —Está bien, —dije dando un largo suspiro— pero sea breve. —Se trata de la última novedad para la limpieza del hogar. —Muy interesante, oiga —solté con tono sarcástico—. Ya tengo asistenta. —Esto es algo mucho mejor. Deme solo un minuto. Entre otras cosas, este producto le permitirá prescindir de la asistenta con el consiguiente ahorro. Tenga en cuenta que estas escobas son muy rápidas y pueden acceder a todos los rincones de la casa. Trabajan a una vel

La Princesa y la esfera dorada

Imagen
Según reza la leyenda, Sant Jordi salvó a la Princesa de ser devorada por el temible dragón. Pero, ¿seguro que fue así? ¿Quién nos asegura que, en realidad, la historia no fuera algo diferente? Si lo prefieres aquí puedes escucharlo narrado Narrador: Maite Bilbao ***** La Princesa avanzaba con paso incierto hacia un fin terrible. Pronto se enfrentaría con el terrorífico dragón. Estaba cerca de su destino cuando un resplandor que le impedía ver interrumpió su paso. Un tornado apocalíptico la absorbió en su vórtice haciéndola desaparecer. El dragón, que la esperaba impaciente, permaneció aturdido por unos segundos; luego, desplegó sus potentes alas y se lanzó a la persecución de la Princesa. La fuerza del tornado era tal que arrastró al animal como si se tratara de una pluma. Ambos dieron vueltas y más vueltas en el interior del torbellino durante un largo tiempo. Poco a poco el tornado perdió fuerza y, primero la princesa y más tarde el dragón, cayeron al suelo. Atónitos comprob

Lealtad ante todo

Imagen
  Unidas por la amistad desde la infancia, Raquel y Eva ya habían perdido la cuenta de las confidencias y aventuras que habían compartido. Había una cosa que tenían claro: no habría lugar para la traición en su relación, serían leales toda la vida. Habían compartido colegio, vacaciones, amistades, fiestas y, ahora, los estudios universitarios. Estaban tan unidas que algunos pensaban que eran hermanas. Tampoco es que no tuvieran desacuerdos. A veces discutían sobre cosas de poca importancia, que ellas se tomaban muy a pecho, como aquella vez en la que no llegaron a ponerse de acuerdo sobre si los árboles del tamarindo eran de hoja caduca o no. Pero la mentira y la deslealtad no eran una opción. Ellas no iban a hacer como Ana que presumía de ser la mejor amiga de Isabel y no había tenido ningún escrúpulo en enrollarse con el novio de esta última. O como cuando Julia le decía a -según ella- su mejor amiga que su padre estaba siempre de viaje porque era diplomático y, en realidad, est