Salir del armario
Entonces seré yo quien necesite un amigo imaginario, pienso mientras me encierras en el armario. Así podré llenar las horas muertas hasta que la oscuridad te devuelva a mi lado, para decirme que no puedes vivir sin mí.
Me pregunto qué pensarían tus amigos y tu madre si supieran que, a tus veinte años, todavía eres incapaz de dormir sin tu oso de peluche.
Imagen de Pixabay
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