Buena esperanza y otros microrrelatos

Buena esperanza

Siempre lo ha deseado. Hace mucho tiempo que lo aguarda con ilusión. Su mirada recorre el horizonte con melancolía. Espera y espera. Pero la espera se hace interminable. Quizás no llegará nunca, se dice. Aún así seguirá esperándolo.

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Condena

Contemplo la cúpula de la iglesia a través de los barrotes de mi ventana y el tañido de la campana me recuerda que mi tiempo se acaba. Cinco minutos más, me digo, y todo habrá terminado. Oigo resonar unos pasos que se acercan y el tintineo de unas llaves. Ya están ahí. No tengo escapatoria. Un sudor frío recorre mi frente, la vista se me nubla y siento que me falta el aire. Antes de que me tapen los ojos dirijo una última mirada a la cúpula.

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Falta de previsión

Lo tenía todo bien calculado. Entró con paso decidido a una tienda de menaje doméstico. Se dirigió a la dependienta y le pidió que le mostrara el mejor cuchillo jamonero. Cuando lo tuvo en sus manos se lo colocó a la mujer en el cuello y le exigió que le entregara la recaudación del día. De pronto algo golpeó su cabeza y cayó redondo al suelo. No había previsto la posibilidad de un contundente sartenazo.