Los lunes no molan
Todos los habitantes de Loslunesnomolan estaban de acuerdo: el lunes eran un día odioso. Los domingos por la tarde el país se cubría de un manto de tristeza que se colaba hasta en las rendijas más pequeñas. Los ciudadanos caminaban mirando al suelo y arrastrando los pies. Se encerraban temprano en sus casas. Parecía que quisieran atrapar así sus últimas horas de libertad antes de que llegara el temido día. Los lunes por la mañana las ciudades despertaban lentamente y nadie parecía tener la energía suficiente para comenzar la semana laboral. Era necesario remediar esta situación como fuera. Por eso, después de una consulta popular cuyo resultado no sorprendió a nadie, el Consejo de Estado tomó una decisión: a partir del mes de abril siguiente, los lunes quedarían suprimidos.
Cuando Feliciano Pereza se enteró de la buena nueva daba saltos de alegría. No se lo podía creer. La vida empezó a parecerle más bella. Inocentemente creyó que ahora tendría más tiempo para hacer lo que más le gustaba: nada. El tiempo le sacaría de su error.
Las primeras semanas nada parecía haber cambiado excepto, claro está, que las semanas no tenían lunes. Feliciano Pereza comenzaba su semana laboral los martes a las ocho de la mañana y la finalizaba el viernes a las siete de la tarde. Era el encargado de llevar la contabilidad del supermercado Miraquebien de su barrio y lo hacía a una velocidad calculada, suficiente para no perder el empleo y no tan alta para que le hiciera finalizar la jornada demasiado cansado.
Pero..., todas las historias tienen su pero y esta no iba a ser diferente. El periodo de vacaciones anual se estaba acercando y Benito Eficiente, Jefe de Administración de Miraquebien, empezó a concretar las fechas en que cada empleado podría tomar sus vacaciones. Cada uno tenía derecho a treinta días naturales. Pronto llegó el turno de Feliciano y, en ese momento, se descubrió que la contabilidad llevaba un retraso igual al número de semanas que habían transcurrido desde la eliminación del lunes. Benito Eficiente fue tajante con su decisión, Feliciano no podría salir de vacaciones hasta que la pusiera al día y los días que necesitara para hacerlo le serían descontados de su días de vacaciones.
La mayoría de los habitantes de los Lunesnomolan se enfrentaron al mismo problema que Feliciano Pereza, por lo que acabaron implorando que repusieran los lunes. Nadie lo sabía aún pero el nombre del país acabaría siendo Loslunesnosontanmalos.
Imagen de Mary Pahlke en Pixabay
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