La mariposa de luz
Durante el día todos se alegran de mi presencia, tan necesaria. Ilumino sus días. Así pueden caminar por la casa sin tropezarse o encontrar su ropa interior sin darle al interruptor de la electricidad. Yo soy mejor, soy natural y, además, también les doy calor.
La que más me gusta de toda la familia es la pequeña María. Cuando yo me he hago minúscula y ella se va a dormir, se asegura de cerrar bien las persianas y la puerta de su habitación. No quiere que la moleste ni un poquito. Pobrecita, ¡qué ignorante! No sabe que yo, la mariposa de luz, siempre encontraré un resquicio por donde colarme. A mí me gusta acariciar su bello rostro con suavidad; un rayo minúsculo es suficiente. Pero si ella se da cuenta, hace un gesto de disgusto y se tapa la cabeza con la sábana. Y tengo que esperar a que suene el despertador y levante la persiana. Entonces me siento contenta de poder revolotear por toda la habitación y rozar su cuerpo con mis alas. Es el momento más feliz del día.
Después me dejan sola muchas horas y, mientras espero su regreso, me divierto recorriendo las estanterías y leyendo los lomos de los libros. Me desplazo de un rincón a otro de la casa siguiendo el ritmo del paso de las horas. Es muy divertido. Me gustaría llegar a acariciar los cuadros que hay sobre el sofá y, aunque lo he intentado varias veces, nunca lo consigo. Están demasiado lejos. Los contemplo en la distancia y me pregunto si en algún momento del año podré llegar hasta allí. Otro de mis lugares favoritos es el cuarto azul. Está repleto de peluches y juguetes de mil colores. No sé por qué lo llaman azul. Me pongo nerviosa porque me gustaría abrazarlos todos y es muy difícil. No me da tiempo.
Cuando se acerca el verano me entra mucha tristeza porque echan unas telas muy grandes por fuera de la ventana que llaman toldos y casi no me puedo colar por ningún resquicio. Sé que no está bien, pero a veces me gustaría que llegara un viento muy fuerte y se los llevara volando.
Imagen de Pixabay
Un relato entrañable. Diferente a lo que sueles hacer, pero con el mismo ritmo y con la técnica narrativa que fuiste desarrollando hasta encontrar y depurar tu propia voz. ¿Para cuándo ese libro de relatos? Creo que estás sobradamente preparada para abordar tu primera publicación.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Javier! Tu comentario me halaga y estimula. La verdad es sería un orgullo ver publicado un libro mío. Pero, cosas de la vida, no me he acabado de decidir. Si lo hago, te lo haré saber. Tu me has acompañado desde mis primeros relatos y lo aprecio muchísimo.
EliminarUn abrazo
Me alegra saber que, por lo menos, la idea de publicar te ronda por la cabeza. Cuando llegue el momento, te animaré y apoyaré en lo que necesites.
Eliminar¡Muchas gracias!
EliminarLinda mariposa, cual niña traviesa que revoletea sin cesar. Me encanta la dulzura conque has manejado tu relato. Felicidades y enhorabuena al 2022. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Angy. Me alegro mucho de que te haya gustado. Te deseo todo lo mejor para el año 2022.
EliminarUn abrazo