Sombras y luces
Abro los ojos y todo es obscuridad a mi alrededor. Parpadeo. Intento frotarme los ojos pero no puedo. Poco a poco empiezo a vislumbrar la tenue luz que se filtra a través de una puerta acristalada. Unas sombras se deslizan al otro lado como si de fantasmas se tratara. Los párpados me pesan y un sopor insoportable me sume de nuevo en la obscuridad. El silencio se ve interrumpido por un zumbido sordo que se repite a intervalos, chas, chas, chas y me despierto. Siento que algo me oprime el brazo izquierdo. El zumbido se detiene y la presión en mi brazo cesa. Percibo un sonido de burbujas que me recuerda el bisbiseo de una botella de cava al ser descorchada. Trato de moverme pero una sacudida de dolor me lo impide. De nuevo el sopor y la obscuridad, de nuevo el zumbido y las burbujas… Parezco haber entrado en un bucle que se va repitiendo sin cesar.
Cuando menos lo espero, la puerta se abre y una cara sonriente se me acerca y me dice en un susurro: “buenos días, ¿cómo se encuentra?” Yo intento responder que estoy bien pero algo me impide mover los labios. La mujer con suavidad retira un momento la máscara que me impide hablar y, entonces sí, le digo que estoy bien y esbozo una sonrisa. Sólo entonces empiezo a tomar conciencia de los cables y tubos que me rodean; la pinza en el dedo pulgar y el tensiómetro en la muñeca que van tomando mis constantes vitales. La vía en la mano izquierda, el gotero, el oxígeno. El vendaje que me envuelve el torso. Hasta el avisador que han dejado a mi derecha, cerca de la mano.
Poco a poco, la luz se va abriendo paso. Un nuevo rostro se me acerca. Es un rostro querido que a pesar de la sonrisa, trasluce un gesto de preocupación. “¡Buenos días mamá!”, murmura con voz entrecortada, y sin poderlo evitar una lágrima rueda por su mejilla. “Buenas noticias”, musita, “el médico dice que hoy te trasladarán a planta”.
Leyendo este relato me han venido a la mente unos recuerdos ya olvidados.
ResponderEliminarSí. De alguna manera estaban ahí y ahora los comparto.
ResponderEliminar😢
ResponderEliminar😘😘😘
ResponderEliminarUn relato bien contado
ResponderEliminarMuchas gracias, Pedro.
EliminarUn saludo
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ResponderEliminarMe ha gustado mucho, casi puedo decir: gracias a Dios despertó.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, María! Fueron días duros pero por suerte superados.
EliminarExcelente. Sencillo lenguaje para crear las imágenes de momentos decisivos en la vida.Feliciracuones
ResponderEliminarMuchas gracias, Amalia. Cuando se trata de vivencias propias las palabras fluyen sin esfuerzo. Un abrazo
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